Ayer fue un día importante para mí, sí, porque estoy en la Selección Española para correr el Europeo de Cross, que se celebrará en Chía (Cerdeña-Italia) dentro de unos días…pero ese no es mi mayor logro…
Mi mayor logro es haber sabido sobreponerme a la situación y seguir en la consecución de un objetivo…
Muchos de vosotros no sabéis de que os estoy hablando, y eso es bueno, porque quiere decir que en mi empeño por seguir no os habéis dado cuenta de que lejos de la vida ideal que muchas veces veis en mis redes sociales, a pesar de intentar ser natural, como la vida misma, (he vivido momentos muy personales y momentos en los que estaba tan destruida que no podía ni publicar) he pasado una de las peores épocas de mi vida, y es más…aún sigo luchando por asumirla y sobreponerme…
A principios de año, mi abuela, mi mitad de corazón caía enferma (solo escribir esta frase es muy doloroso para mi…pero quiero hacerlo…) y todo se convertía en una lucha, con demasiados frentes abiertos, tantos…que yo no sabía qué hacer, por lo que me limitaba a ver a mi abuela todo lo que mi debilidad me dejaba, y a apoyar a mi madre y resto de familiares en lo que podía o creía que debía implicarme.
Decidí con Álvaro y mi entrenador que iríamos a por este objetivo de cross en agosto, y se lo conté a mi abuela ese mismo mes, ella, que en ese momento a veces me reconocía y otras solo me sonreía como acto reflejo. En una tarde de lucidez me dijo que lo conseguiría y yo le abrace, y le dije “claro que sí”. Esa tarde se ha repetido muchas veces en mi cabeza, incluso compitiendo en el cross Internacional de Atapuerca…
Ahora he conseguido este objetivo abuela, y que tú no estés hace que no sepa que siento, si es algo grande o es algo doloroso, porque tú no estás aquí para darme un abrazo cada vez que ganaba o perdía…en mi vida…en cualquier aspecto, tanto positivo como negativo tu cura siempre era un abrazo…y ahora sin él…no se cierra el ciclo de superar un objetivo.
El mes de septiembre ha sido el mes más duro de mi vida…demasiado trabajo emocional, demasiados momentos de hacerme la fuerte, de seguir… de asimilar…Demasiadas noches sin dormir porque las pesadillas de estar sin ella me desvelaban…el cansancio empezaba a superarme siendo el atletismo una vez más en mi vida una vía de escape…pero emocionalmente estaba superada, el cansancio junto al proceso de asimilación de la realidad y sumado a no dejar de lado mi objetivo atlético, PORQUE MI ABUELA ME HABIA DICHO QUE LO CONSEGUIRIA, hacía que saltara ante cualquier bobada, y empezaban las discusiones irracionales que abrían grietas entre personas que quiero y yo, algunas de ellas aun con secuelas en la actualidad…
Las visitas a mi abuela debido al progreso acelerado de su enfermedad eran más cortas pero más intensas, algunas de ella en la casa donde crecí, otras en el hospital, llegando a convertirse en algo tan doloroso que me empezó a superar en todos los campos de mi vida…ni el atletismo me ayudaba…salía a correr y tenía que volverme a casa porque mi mente y mi cuerpo se bloqueaban, hiperventilaba, no tenía el control, si por la mañana el entreno era fallido lo volvía a intentar por la tarde…a veces sin éxito, ganando la desesperación y el dolor…otras la ansiedad me hacía recorrer kilómetros y kilómetros llegando a estar fuera de casa 2 horas…en mi cabeza aquella tarde de verano en la que ella, agarrada a mi mano me decía que lo conseguiría…
Mi vida se derrumbaba y por respeto al dolor del resto de familiares jamás mostré mi dolor a corazón abierto, es más…muchos se sorprenderán al leer esto, ya que muchas personas me creen fuerte, de mente y corazón. Atrás quedan viajes interminables de mi pueblo a Salamanca en el que tenía que parar hasta tres veces porque el dolor de estar perdiendo a mi abuela no me dejaba ni respirar, atrás quedan las discusiones con las personas que me intentaban animar con un inocente “es ley de vida” y a los que muchas veces les conteste…muy mal, tan mal que aunque me hayan perdonado, aun siento vergüenza al verles. Atrás quedan intentos de conseguir que la preparación del Campeonato de Europa fuera perfecta, atrás quedan momentos de ansiedad, momentos de soledad profunda, de dolor de estómago, de cabeza, de cuerpo…
Pero en el presente sigues tú, abuela, a mi lado, luchando como siempre me decías que tenía que hacer, que tenía que trabajar para conseguir mis sueños, porque también tengo muy presentes “tus te quiero”, tus abrazos, nuestra complicidad, nuestras conversaciones por teléfono en las que me decías “que hablar por teléfono no te gustaba, que fuera a verte” y me tenías ahí por sorpresa esa tarde o al día siguiente, presente estará siempre tu cumpleaños, que justo es HOY, donde aparecía por sorpresa donde estuvieras y te llevaba flores, o tus bombones preferidos (chocolate y menta), y muy presente estas en esta internacionalidad para la que sé que tú me has dado fuerza, y prometo no decepcionarte en nada y luchar siempre, cuando salgan las cosas bien para que perduren y cuando salgan las cosas mal para que cambien.
Gracias abuela, por darme esta fuerza para seguir que a ti te caracterizaba, porque tenías un carácter duro pero te derretías con la gente que querías de corazón, y a mí me cuidaste siempre sin dejarme de enseñar que en esta vida todo cuesta esfuerzo, pero que todo esfuerzo tenía su recompensa…y la nuestra era, cuando vivíamos juntas, comer chocolate por las noches sin hacer ruido para que nadie se enterara.
No dejes de cuidarme nunca, contigo soy más fuerte para trabajar, trabajar, descansar y luego volver a trabajar. Gracias por llevarme al Europeo de Cross, me dejare la piel.
Gracias a todas las personas que me apoyáis a diario, no tengo forma de agradeceros lo que hacéis por mí, así que me dejare el corazón en todo lo que haga, porque os lo merecéis, porque la vida muchas veces parece una cuerda que alrededor de nuestro cuello nos va asfixiando…pero en nuestra mente, en nuestro corazón, en la gente que nos quiere encontraremos las tijeras para poder cortarla, porque siempre, de verdad, siempre hay un motivo para seguir adelante, y si no lo encuentras es porque aún no has buscado lo suficiente…el 9 de octubre mi abuela se iba…y yo ese día me quedaba sin fuerzas para seguir, necesite sentarme sola un rato y llorar…y pensar en que debía seguir, que debía encontrar el como para seguir, porque cuando se va un ser querido el bloqueo puede ser paralizador y yo por mi pareja, por mi familia no me podía quedar paralizada, y a pesar, de sufrir su perdida cada día, porque no hay día que no piense en ella, decidí levantarme y seguir luchando.
La recompensa esta vez será correr todo lo que las piernas me permitan en Chía, con mi familia en la cabeza y mi abuela en el corazón.
Y con la motivación de todos los que me apoyáis, porque ese día no correré sola, estaréis todos conmigo, y me esforzare especialmente también por mi entrenador, Alberto Bravo, en quien confío al 100% a pesar de estar separados por cientos de kilómetros, pero en el que creo como persona y como profesional, y al que le estaré eternamente agradecida que me haya devuelto algo que el atletismo de élite me quito en su día…la confianza en mí misma. Gracias.
Gema me siento tan identificado contigo una vez más, habla a de la pérdida de tu abuela , a mi me sucedió igual con mis abuelos , fueron falleciendo , y era desgarrador , mis raíces , desde pequeño. ..la puntilla fué mi padre , de estar sanisimo y con una actividad envidiable , a perderlo en meses , ( 71
años ) , todavía no me lo creo, lloro a veces y siempre tengo su imagen de momentos vividos , cuanta fuerza me da desde arriba , siempre estara conmigo.
Me apetecía contartelo , leerte ha sido como mirarme a mi mismo.